martes, 12 de diciembre de 2006

LA VERDAD DE LA GESTACION DEL 11 DE SEPTIEMBRE

Además de creer que era el salvador de Chile, Pinochet se atribuyó la idea y gestación del golpe del 11 de septiembre de 1973, LO QUE ES TOTALMENTE FALSO


El día 23, a las 17.00 horas, se reúnen Allende, Prats y Pinochet en la Moneda. Al finalizar la reunión se produce el siguiente diálogo:

Allende: General, yo creo que usted es la persona que debe seguir en el puesto del general Prats.

Pinochet: Presidente, mucho se lo agradezco, pero creo que el general debe continuar.

Allende: El general está muy cansado y debe recuperarse; después le daremos otro cargo.

Pinochet: Le agradezco, presidente, pero en estos momentos es fundamental tener amplias atribuciones de mando en la institución.

Allende: Lógico, general, usted las tiene.

Y así, Augusto Pinochet sale de la Moneda ungido como el nuevo comandante en jefe del ejército.

Para esa fecha, varios miembros de las fuerzas armadas preparaban un golpe de Estado. Los líderes del movimiento eran el comandante de la fuerza Aérea Gustavo Leigh y el vicealmirante José Toribio Merino, este último amigo de la infancia de Pinochet.

El problema central en el momento era el ejército, pues si bien la mayoría de los generales prestaban su apoyo, el tanquetazo demostró que era necesario el apoyo del comandante en jefe del ejército, y nadie sabía con certeza cuál era el pensamiento de Pinochet, pues jamás se le había visto inclinación política (excepto el anticomunismo, pero eso ya era una tradición en las fuerzas armadas y no significaba nada en propiedad).

El día viernes 7 de septiembre los generales fijan el día D, el 11 de septiembre, y la hora H (6.30 en Valparaíso y 8.30 el resto del país).

El sábado se envía al general Arellano a hablar con Pinochet, le explica la situación y le dice que va a haber golpe con o sin su apoyo, a lo que Pinochet responde: ¡Yo no soy marxista, mierda! y golpea el sillón en que estaba sentado.

El general Arellano interpreta su gesto como apoyo al golpe, y se lo comunica a Leigh y a Merino, mas todavía no hay nada claro con Pinochet.

El domingo 9 en la mañana Allende se reúne con el Pinochet y explica que pretende anunciar un plebiscito justamente el día 11 de septiembre para salir de la situación y entregar el gobierno si perdía el plebicito.Ese mismo día, Pinochet se sumó al golpe.

Ese domingo 9 de septiembre de 1973, el general Gustavo Leigh fue el primero en firmar el documento enviado por el comandante en jefe de la Armada, José Toribio Merino, en el que se fijaba el movimiento de la Armada en contra del gobierno del Presidente Salvador Allende para el 11 de septiembre a las 6 de la mañana.

Pasada la tarde, Leigh visita a Pinochet, quien (según el testimonio de Leigh) todavía vacilaba. Además llegaron a la casa de Pinochet el contralmirante Sergio Huidobro y el capitán Ariel Gonzáles para averiguar la posición del ejército.

Huidobro extrajo un papel firmado por Merino que ratificaba el día D y la hora H,

Pinochet no dice que, junto a los dos oficiales antes mencionados, llegó a su casa el vicealmirante Patricio Carvajal . Los oficiales mencionados han entregado importantes detalles de esta reunión. Por su parte, Pinochet señala,

"Estimé que no me quedaba más camino que aceptar la petición de la Armada y anticipar la acción..." que, según él, tenía programada para el 14 de septiembre y de la cual, como se desprende de sus dichos, no había informado a las otras ramas de las Fuerzas Armadas ni a Carabineros.

"Decídete, porque nosotros ya lo estamos. Si no lo haces, vamos a ir solos con la Marina, y el Ejército se va a quedar fuera", le advirtió el general de la Fuerza Aérea de Chile Gustavo Leigh al general Augusto Pinochet, instándole a sumarse al golpe militar que terminó con el gobierno del presidente Salvador Allende, el 11 de septiembre de 1973.

Así, aunque siempre lo negó, Pinochet fue el último de los jefes castrenses en embarcarse en la aventura golpista.

El embarque a última hora de Pinochet en el golpe castrense se materializó en su casa en Santiago, aprovechando la celebración del cumpleaños de uno de sus cinco hijos.

Cuando Pinochet fortaleció su posición, se empezó a dar una versión diferente de los hechos que aquí se narran, según la cual él había comenzado a planear el golpe antes de ser nombrado comandante en jefe y fue quien manejó todo el asunto. Posteriormente reafirmaría esta postura en el libro-entrevista El Día Decisivo y en su libro de memorias Camino recorrido, pero su versión de los hechos ha sido refutada por la gran mayoría de los historiadores, incluso adeptos, pues no cuaja con los hechos, y por los testimonios de Leigh, Merino, Arellano, Bonilla y varios más que participaron en la planificación del golpe. Aun así, no faltan incondicionales que siguen creyendo al pie de la letra la versión de Pinochet.

El día 10 Pinochet manda a su esposa y a sus hijos más pequeños a la Escuela de Alta Montaña, en Río Blanco, Los Andes, que es dirigida por uno de los amigos de Pinochet. Después regresa a su casa solitaria, pasando la que él dice fue la noche más larga de su vida.

Pinochet llega a las 7.40 del día 11 de septiembre (al que años después llamaría el día decisivo) al Comando de Telecomunicaciones del Ejército, en el que se mantendría por el resto del golpe, poco retrasado en la hora, preocupando a más de uno. Se organizan las redes de comunicaciones con las demás ramas de las Fuerzas Armadas, especialmente con Leigh, que se encuentra en la Academia de Guerra Aérea, y con Patricio Carvajal, que será el coordinador de todo el golpe.

Durante este acontecimiento Pinochet demuestra una faceta de su personalidad que no había demostrado antes públicamente, es autoritario y con un don de mando avasallador. Durante las trasmisiones, que fueron grabadas por radioaficionados, se observa que avasalla a Carvajal y a Leigh, a pesar de que fue este último uno de los promotores iniciales del golpe, mientras que Pinochet fue el último en unirse

Si bien Merino apoyó siempre al general Pinochet, para no mostrar públicamente
las desavenencias con él, criticó siempre su personalismo. En 1974, cuando Pinochet quedaba como Presidente de la República y luego ascendía a capitán general, el almirante hizo notar su molestia.

El 24 de julio de 1978, el general Leigh fue destituido de la Junta de Gobierno por discrepancias referentes a plazos y metas del régimen militar. Las desaveniencias explotaron luego de una entrevista que concedió a un diario italiano, en la que criticó la lentitud con que se avanzaba hacia un sistema democrático.Leigh siempre fue de la idea de reestablecer el orden público, económico y político y entregar el poder en un plazo no mayor a 5 años o antes si era posible.

Ese lunes 24 la Junta en pleno le pidió la renuncia, frente a lo cual se negó, siendo posteriormente declarado “imposibilitado para ejercer sus funciones”, de acuerdo al decreto ley 527 de 1974.

Años después, respecto de su destitución, dijo: “Siempre he considerado que fue un error destituirme. Yo, lo único que quería era evitarles errores garrafales. Él (Pinochet) era como un elefante en una cristalería”.

Durante el período que integró la Junta Militar y tras su destitución, Leigh se caracterizó por ser particularmente crítico con el general Pinochet. En una declaración el año 1998, dijo: “Si yo hubiera sabido que Pinochet tenía aspiraciones como las que tenía guardadas bajo la epidermis, no habría integrado la Junta Militar”.


EN RESUMEN

La noche del domingo 9 de septiembre de 1973, varios militares de rango importante se reunieron para hacerle una verdadera encerrona a Augusto Pinochet, comandante en jefe del ejército. El almirante José Toribio Merino, de la armada, y el general del aire Gustavo Leigh Guzmán, de la fuerza aérea, le conminaron a pronunciarse sobre el golpe de Estado que estaba en marcha, especialmente en el cercano puerto de Valparaíso y que debía concretarse en 48 horas. Reticente hasta el último minuto, Pinochet terminó firmando su adhesión por escrito, a las nueve de la noche. Todo indica que desde ese mismo momento comenzó a tramar cómo se haría del poder absoluto.

Así, por la puerta trasera, Pinochet entró a la historia. Pocos días antes, había presentado al presidente Salvador Allende un plan de defensa del gobierno de la Unidad Popular. A Merino, su aliado, le arrebató el poder, pese a que la armada era la dueña ideológica del golpe. A Leigh le declaró loco en 1978 y lo sacó de la Junta Militar porque pretendió regresar el poder a los civiles.

18 comentarios:

Anónimo dijo...

la verdad duele ah!

Anónimo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Anónimo dijo...

Bueno es que quieren dejar al tirano como un gran líder , cuando la verdad es que fue un traidor solapado , oportunista, asesino y ladrón, un puppet de la derecha.

Gabriela235 dijo...

Nada de lo que expresas es nuevo, está dicho en diversos libros y artículos, basta interesarse un poco en el tema para "descubrir" lo que tu dices. Que se haya subido al carro de la victoria a última hora igual lo llevó a ser un tirano y ladrón, como me dijiste en tu comentario. Pero se te olvidó decir que además fue asesino, torturador, cruel, y un largo etc que no vale la pena detallar por conocido. Él no lo hizo directamente, eso está claro, pero una de sus frases más célebres fue: "En este país no se mueve una hoja sin que yo lo sepa", lo que lo transforma en autor intelectual de todas las atrocidades cometidas. Frase rápidamente olvidada o tergiversada por sus partidarios, a lo mejor ya tenía la "demencia subcortical... no me acuerdo que más".
Y tus insultos me dan lo mismo, no te conozco ni me interesa conocerte.

Natho47 dijo...

imagínate si hubiese sido el ideológo,al final da lo mismo como entró,lo grave es lo que hizo.

@micronauta dijo...

No sería el título correcto Falacias sobre Pinochet?

Linda Carmona dijo...

MMMM SIN COMENTARIOS... !!

Linda Carmona dijo...

y quién dice cuál es la verdad???

Saludos cordiales...

SWAN PXAJ MONTANÉ dijo...

una mugre todo. mejor pensar en el triunfazo de colo colo y barrer esta polvareda.
laaaaaaaaaaaámelo tuuuuuuuú!

Nicole dijo...

Que oportunista!
Definitivamente pensó bien las cosas y los hizo leso a todos!

Gracias por tu visita!

palomasuzarte dijo...

Ta bien pues, pa esos son los blogs, quedamos abiertos al ciber espacio y el que quiera que comente.
Y si, a veces soy una verdadera mierda.
Saludos.
Paloma.

Hermogenes dijo...

Buen post...te tomaste la´pastilla ? censurador



Onisesa Tehconip

Rafael M. dijo...

La verdad es que Pinochet decía que había que esperar a que el gobierno cayera solo, en vez de hacer un golpe. Pero la inteligencia naval lo alertó de los planes extremistas y eso lo motivó a actuar.
El mismo Pinochet reconoce que espero hasta el último a fin de ver si había una salida pacífica. Pero esto, obviamente, es usado por sus enemigos para hacer creer que fue "oportunista".

Natinat dijo...

Gracias por la visita. Me gustaria saber porque gabriela235 piensa lo que piensa, pues me dejo pensativa.

Nat

UnMarDeEstrellas dijo...

Concuerdo con algunos comentarios anteriores, muy cierto puede ser todo lo que relatas (que tampoco sabemos qué tan cierto es), pero eso no quita todas las atrocidades que este hombre cometió, además, si fue prácticamente obligado, eso demuestra su falta de carácter y su ambición ciega al poder por todos los años que se mantuvo "gobernando"



Saludos

Linda Carmona dijo...

mmm sin comentarios!!

Sergio I. Gajardo Ugás dijo...

Sería fácil caer en lugares comunes e intentar hacer apologías desde uno u otro bando.
Sería inútil tomar partido, añorando todo tiempo pasado o haciendo leña del árbol caído.
Sería impropio y de mal gusto celebrar cuando una familia sufre, o callar de impotencia cuando otras atravesaron también por el dolor hace ya treinta años.

Sería falto de tino enaltecer en demasía a un ser como nosotros, polvo del polvo, tierra de la tierra, frágil como TODOS: humano, defectible, lleno de luces y de sombras.

Sería poco feliz llenarnos la boca de encendidos discursos, y tratar de explicar, como jóvenes apasionados que fuimos (o que somos) apenas una parte de lo sucedido: Intentar atrapar lo inasible, o explicar paradójicamente lo inexplicable: el silencio.
Vislumbrar apenas aquello que no vemos, aquello que no vivimos en carne propia, o aquello que interpretamos desde nuestro prisma desajustado: esa eterna pieza de puzzle que siempre habrá de faltar.

Mientras las pantallas del mundo entero se disputan la noticia, mientras los diarios del planeta cambian a la carrera sus portadas e imaginan cuantos ejemplares más podrán vender, mientras Chile vuelve a estar por un par de días en boca de todos…un hombre yace en silencio, en un profundo silencio.

Es un silencio ininteligible, un silencio lleno de eternidad.

Mientras eso sucede, algún oportunista tratará de vestirse de nuevo el traje de líder fiel que llevaba “in ilo tempore”.

Su oponente, a su vez, tratará de reverdecer sus escarapelas de guerrillero, azuzando a las huestes de plaza Italia con una desabrida botella de champán en la mano y una arenga anacrónica en los labios. Unos y otros se llenarán la boca de pomposas palabras. Pero sabemos que los ríos más profundos son siempre los más silenciosos.Mientras ellos gritan, mientras la verborrea se impone y los insultos se suceden, mientras se exacerba la tensión y las ya casi olvidadas diferencias vuelven a polarizarnos…un hombre descansa en silencio, en un profundo silencio.

Un silencio que se transforma en el espacio donde las cosas pueden ser reinterpretadas. Un silencio que es desafío y llamada al mismo tiempo. Una invitación sutil y velada a la espera, al recogimiento, a la apertura, a lo eterno.Ciertamente esa quietud deja atrás y supera la banalización de lo perenne, la farandulización en vivo del dolor, y nos invita a postergar la discusión valórica, política e ideológica, para un momento mejor: el momento apropiado, cuando estemos ya todos sentados a la mesa, cuando los ánimos se calmen y el tibio pan amasado de mano en mano sean el signo de la comunión recobrada entre hermanos.

Un hombre yace en medio de todos en silencio, en un profundo silencio.Los pobres, los niños, los ancianos conocen muy bien ese lenguaje.Entonces callemos.Dejemos que ese silencio nos hable.Dejemos que el silencio nos cuente a cada uno su propia historia: una historia que no termina en esta tierra…una historia que es un “disparo a la eternidad”.

"Sabemos que los ríos más profundos son siempre los más silenciosos.Mientras ellos gritan, mientras la verborrea se impone y los insultos se suceden, mientras se exacerba la tensión y las ya casi olvidadazas diferencias vuelven a polarizarnos… un hombre descansa en silencio, en un profundo silencio.Un silencio que se transforma en el espacio donde las cosas pueden ser reinterpretadas. Un silencio que es desafío y llamada al mismo tiempo".

Eduardo Cuevas Rosselot
(*)Psicólogo PUC, Pdte. Fundación por un Hombre Nuevo

Anónimo dijo...

Como argentino y aparte de ser nacionalista, nunca me simpatizo Pinochet,tampoco quiero entrar en detalles, porque sinceramente me da mucha bronca,dejando de lado esto, lo que me llama la atencion, es por eso que quiero informarme acerca de lo que te voy a preguntar:
¿Porque razon, sabiendo las castastrofes, que hizo este dictador, el 50% del pueblo chileno lo sigue queriendo?..
saludos desde Buenos Aires,Argentina
maiL: guillermo_lewtak@hotmail.com